Cactus y suculentas: la guía esencial para el cuidado y decoración con plantas de interior

cactus y suculentas

Las plantas suculentas son comunes en los hogares y son perfectas tanto para los amantes de las plantas como para aquellos que tienen dificultades con ellas. Sin embargo, a menudo nos equivocamos al denominarlas.

¿Existen realmente diferencias entre los cactus, crasas y suculentas? Curiosamente, la botánica no las distingue tanto: cactus y crasas pertenecen a la misma familia vegetal (la familia de las suculentas) con una salvedad importante. El lugar en el que han crecido ha variado la evolución de la especie, debido a las circunstancias climáticas. Esta adaptación al medio en el que viven también influye en su forma de almacenar el agua.

Tanto los cactus, crasas y suculentas son compañeros agradecidos porque saben gestionar de manera eficiente sus recursos de agua, almacenándolos en diferentes partes. Esta habilidad les permite optimizar sus propios recursos a pesar de necesitar riego como las otras plantas.

En el caso de los cactus, su lugar de procedencia, siempre desértico y con pocas lluvias, ha provocado que sus hojas se transformen en espinas. Esto ha ayudado a la planta a tener sus propias reservas de agua, que se guardan en el tronco. Estas espinas no solo protegen del sol, sino que también ayudan a no deshidratarse durante la fotosíntesis y a capturar pequeñas gotas de agua del rocío de la mañana. Como resultado de esta evolución, hay más de 15 géneros distintos de cactus con 73 especies. Esto da lugar a una amplia variedad de aspectos, colores e incluso floraciones.

Las crasas, al igual que los cactus, también son suculentas y almacenan agua. Sin embargo, a diferencia de los cactus, las crasas lo hacen en sus hojas, que son carnosas. Estas hojas se dilatan más o menos según el riego al que se sometan. Algunos ejemplos conocidos de crasas son el aloe o la sanseviera, que son expertas en ahorrar agua gracias a sus hojas características.

Tanto los cactus como las crasas son perfectos para aquellos que tienen jardines de bajo consumo de agua o zonas rocosas que quieran decorar con naturaleza. Al tener raíces escasas, las crasas pueden multiplicarse por esquejes, especialmente en primavera. Esto les permite adaptarse a cualquier medio, incluso crecer sobre rocas o piedras. Sin embargo, es importante destacar que tanto los cactus como las crasas tienen una floración breve, a pesar de que puedan florecer con alegría.

La amplia variedad de especies dentro de la familia de las suculentas permite crear composiciones llamativas y hermosas, jugando con sus volúmenes y colores, lo cual es una de las claves del paisajismo.

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