Cómo Propagar Aloe Vera
Existen diferentes métodos para propagar tu planta de aloe vera. Puedes hacerlo a partir de los retoños llamados “pups”, mediante la germinación de semillas o utilizando esquejes de hojas. La propagación a través de los retoños es el método más sencillo y el que tiene mayor tasa de éxito. Si intentas propagar el aloe vera con un esqueje en agua, se pudrirá antes de que desarrolle raíces. Las posibilidades de que el esqueje enraíce en tierra para macetas son mucho mejores, pero requieren paciencia. Si buscas gratificación instantánea (y nuevas plantas), los retoños son tu mejor opción.
El cultivo de aloe vera a partir de semillas es fácil pero requiere tiempo. Las semillas germinan en 1 a 3 semanas, y la suculenta crece muy lentamente, mientras que la propagación con retoños te dará un comienzo mucho más rápido. Además, las semillas requieren de ocho a diez horas de luz solar para germinar, lo cual, en la mayoría de los hogares, es difícil de proporcionar de forma natural, por lo que necesitarás instalar luces de cultivo. Y las semillas recolectadas de cualquier planta de jardín no servirán, ya que el aloe vera se cruza fácilmente con otras especies de aloe.
La propagación de aloe vera a partir de los retoños de una planta madre saludable, sin embargo, es relativamente sencilla y, en consecuencia, es la opción recomendada.
Consejo: Utiliza una mezcla para suculentas
Es necesario utilizar una mezcla para suculentas. Esta tiene una mejor capacidad de drenaje y retención de agua que la mezcla para macetas normal, y está especialmente formulada para plantas suculentas como el aloe vera.
Materiales
- Mezcla para suculentas
- Macetas de 4 pulgadas
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Separar los Retoños de la Planta Madre
A medida que una planta de aloe madura, crecen retoños alrededor de su base. Eventualmente, crecerán tanto que la planta se quedará sin espacio en la maceta. Sin embargo, para propagar el aloe vera, no necesitas esperar tanto tiempo. Los retoños están listos para ser trasplantados cuando tienen unas cuantas hojas.
Saca la planta con todas sus raíces de la maceta. Lo mejor es hacerlo inclinando la maceta y sosteniendo la planta principal por la base mientras la levantas con cuidado. No apliques fuerza.
Si la planta no sale fácilmente porque el sistema de raíces ha llenado por completo la maceta y se ha adherido a los lados, utiliza un cuchillo de cocina y pasa la hoja alrededor de la tierra y tan profundo por los costados de la maceta como sea posible para aflojar las raíces. El objetivo es levantar la planta completa con sus raíces, así como los retoños y sus raíces, intactos.
Una vez que hayas logrado sacar la planta de la maceta, separa los retoños de la planta madre. Idealmente, todos los retoños tendrán sus propias raíces, pero algunos de ellos pueden no tenerlas. Aquellos sin raíces suelen desarrollarlas rápidamente una vez que se plantan.
Busca los puntos de conexión de los retoños con la planta madre y córtalos con un cuchillo limpio y afilado. Asegúrate de no dañar las raíces. Si las raíces del retoño están entrelazadas con las raíces de la planta madre, sepáralas con cuidado.
Revisa las raíces y las hojas y corta cualquier raíz marrón o hoja seca con un cuchillo afilado.
The Spruce / Cielito Vivas
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Dejar que los Retoños Formen Costra (Opcional)
La propagación de suculentas suele incluir dejar que las heridas en los esquejes de hojas formen costra antes de plantar. Puedes omitir ese paso para los retoños con raíces y replantarlos directamente, pero la formación de costra es necesaria cuando no tienen raíces para aumentar sus posibilidades de supervivencia.
Coloca los retoños sobre un pedazo de cartón o periódico en un lugar oscuro, fresco y seco durante 24 a 48 horas. Espera hasta que el lugar donde se separaron de la planta madre haya desarrollado una costra protectora y ya no parezca húmedo. Luego, plántalos como se describe a continuación.
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Replantar los Retoños
Separa los retoños con raíces de los que no las tienen.
Los retoños necesitan macetas nuevas de aproximadamente cuatro pulgadas de diámetro. Asegúrate de que las macetas tengan agujeros de drenaje. Llena las macetas sueltamente con la mezcla para suculentas, o agrega perlita, arena o grava para mejorar el drenaje de la tierra para macetas. Con tu dedo índice o un palito pequeño, haz un agujero en el centro de la tierra lo suficientemente grande y profundo como para sostener el retoño con sus raíces. Coloca el retoño dentro del agujero para que la base de la planta quede por encima de la línea de la tierra. Agrega más tierra para macetas para llenar la maceta.
Presiona suavemente la tierra para compactarla. La tierra debe llenar el contenedor hasta aproximadamente media pulgada por debajo del borde. Esto también asegura que el retoño esté firmemente plantado en la tierra y no se caiga cuando riegues la planta.
Lava completamente la maceta original con agua caliente y jabón y vuelve a plantar la planta madre con una nueva mezcla para suculentas.
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Cuidado del Aloe Vera Propagado
En los primeros días, las nuevas plantas que han comenzado con raíces necesitan un riego profundo, pero solo vuelva a regar cuando el suelo se haya secado por completo. Regar en exceso y con demasiada frecuencia puede provocar la pudrición de las raíces.
Una vez que observes un nuevo crecimiento, lo cual puede llevar varias semanas a un par de meses, sabrás que tu propagación de aloe vera ha tenido éxito. Durante ese tiempo, mantén las plantas alejadas de una luz solar directa y fuerte. Una vez que las plantas estén establecidas, necesitarán muy poca agua y fertilizante.
Para establecer los esquejes que no tienen raíces, rocía el suelo para fomentar el desarrollo de las raíces. Pasará más tiempo antes de que sepas si estos esquejes han desarrollado suficientes raíces para sobrevivir.
