El castaño es un género de árboles pertenecientes a la familia de las fagáceas. Produce unas semillas en forma de castañas que son especialmente deliciosas en invierno cuando las consumimos calientes. Este árbol tiene una gran importancia y no solo por sus castañas, sería muy gratificante que, a través de estos consejos, puedas ver crecer uno de ellos en tu jardín. ¿Te atreves?

Todo lo que debes saber sobre el cultivo del castaño

Existen muchas familias y géneros de plantas, pero consideramos que es una buena idea incorporarlas poco a poco en Agromática. En concreto, la familia de las fagáceas está compuesta por muchos árboles que nos son conocidos, algunos de hojas perennes y otros de hoja caduca. Podemos mencionar el roble, las hayas, las encinas y, por supuesto, el castaño.

Comúnmente encontraremos 4 especies de castaños que se distinguen según su ubicación geográfica:

• Especies asiáticas: castaño del Japón (Castanea crenata), castaño de China (Castanea mollissima), Castanea davidii, Castanea henryi y Castanea sanguinii.
• Especies americanas: Castaño americano (Castanea dentata), Castanea pumila, Castanea alnifolia, Castanea ashei, Castanea floridana y Castanea paupispina.
• Especies europeas: castaño común (Castanea sativa).

Características del árbol

El castaño es considerado como un árbol de grandes dimensiones. Un ejemplar adulto y bien cuidado puede alcanzar los 20 metros de altura. Además, proporciona una sombra muy agradable gracias a su copa amplia y redondeada.

Tiene un gran número de ramas sostenidas por un tronco grueso y de madera valiosa, con un color marrón claro y una textura lisa.

Sus hojas son relativamente grandes y compuestas, compuestas por 5 foliolos. La suma de todas ellas puede superar los 20 cm de longitud. Presentan un color verde claro, con diferentes tonalidades en el envés que les dan un ligero tono amarillento.

El castaño es un árbol de hoja caduca, propio de climas fríos, donde pierde sus hojas en otoño para descansar durante el invierno. Al inicio de la primavera o mediados (dependiendo del clima frío), emitirá nuevas hojas y volverá a mostrar su esplendor y frondosidad.

No se debe subestimar la floración de los castaños. Aunque no es tan espectacular como la de los árboles Prunus (como el almendro, albaricoquero, melocotonero, entre otros), produce inflorescencias que alcanzan más de 20 cm de longitud y tienen diferentes tonalidades, principalmente blancas y rosadas.

En este árbol, las flores masculinas y femeninas son diferentes. En la región mediterránea, la floración ocurre en la primavera, entre los meses de mayo y junio.

Los frutos son muy conocidos. Tienen forma redonda, son de color marrón y son muy apreciados en la gastronomía. Sería difícil describir su sabor a alguien que nunca los ha probado, aunque es poco probable que suceda en Europa.

Sin embargo, la cubierta del fruto, que tiene una apariencia similar a la de un erizo (como se muestra en la imagen principal), puede que no sea tan familiar. La recolección de las castañas comienza en octubre y se mantienen en el árbol durante 30 días. Lo que comemos es la semilla (la castaña), y la cubierta peluda es lo que la protege, comúnmente llamada erizo.

Cuando la castaña cae del árbol al suelo, se dice que el erizo ha madurado y, por lo tanto, se abre, revelando la semilla. Sin embargo, eso no significa que la castaña esté óptima para comer.

De hecho, es necesario esperar un poco más después de separar el erizo de la semilla para encontrar el punto de maduración ideal, aunque debido a su bajo contenido de agua, se conserva muy bien.

Hábito de crecimiento

A pesar de lo que podamos creer, el castaño es un árbol de crecimiento rápido, lo cual es muy valorado si decidimos cultivarlo en el jardín, ya sea por su aspecto decorativo o por la producción de los frutos, las castañas, que disfrutamos tanto en los meses fríos.

Además, es un árbol de larga vida, que puede superar fácilmente los 80 años de edad. Sin embargo, en su etapa avanzada, su crecimiento se ralentiza, su tronco se agrieta y se vuelve más susceptible a plagas y enfermedades.

Como mencionaremos en la guía de cuidados, el castaño requiere un suelo ácido, por lo que debemos evitar plantarlo en suelos muy alcalinos y con altos niveles de caliza. Si es tu deseo, puedes hacer correcciones en el pH del suelo.

Características del castaño

• Orden: Fagales
• Familia: Fagaceae
• Género: Castanea
• Especie: Castanea sativa

Características climáticas del castaño

El castaño (Castanea sativa) es un cultivo que se adapta bastante bien al clima. Como hemos observado, está presente en todo el mundo. Es preferible que se encuentre en lugares con climas moderados y condiciones húmedas. Durante los primeros años de vida, es importante protegerlo tanto del frío como de la exposición intensa al sol.

Si observamos un mapa de la distribución de los castaños en España, podemos observar que se encuentran principalmente en la zona mediterránea, Extremadura y Galicia. En Europa, las principales poblaciones se encuentran en Francia e Italia.

En términos de resistencia al frío, el castaño adulto no presenta problemas, pero es necesario tener cuidado con las heladas tardías cuando está floreciendo, aunque estas no suponen un problema importante debido a su brotación tardía.

Es recomendable evitar su cultivo en áreas con veranos muy calurosos, especialmente si son secos. En cambio, en áreas húmedas y cercanas a la brisa marina, puede crecer sin mayores dificultades.

Como mencionamos anteriormente, la humedad ambiental es importante para la floración adecuada y la formación de frutos. De hecho, es crucial garantizar cierta humedad en el aire durante el final del verano y el principio del otoño, cuando los frutos están en su etapa final de desarrollo y aumentan de tamaño.

Condiciones del suelo

Al igual que comentamos anteriormente, el castaño crece bien en lugares con buena humedad ambiental. Asimismo, es exigente en cuanto a la humedad del suelo, ya que están relacionadas entre sí.

Una técnica sumamente provechosa para incrementar la proporción de humedad en el suelo y conservarla durante más tiempo, además de obtener otros beneficios, es el método del acolchado, el cual ya ha sido objeto de un artículo dedicado. A través de este método, se logrará aumentar la disponibilidad de materia orgánica en el suelo, aumentar la humedad y, por tanto, reducir la necesidad de riego, entre otras ventajas.

El pH ideal del suelo debe ser ligeramente ácido, alrededor de 6, aunque también puede crecer sin problemas a partir de un pH de 4.5. Además, necesita suelos profundos con buena capacidad de drenaje, ya que no tolera suelos encharcados, compactos o arcillosos. A continuación, se explicará el problema del pH alcalino.

Siendo un árbol calcífugo, el castaño absorbe fácilmente el calcio del suelo, tanto como pueda. Por ello, en suelos alcalinos, el calcio se encuentra en exceso y le causa clorosis y problemas de crecimiento (e incluso puede llegar a causar la muerte en casos avanzados).

Es primordial evitar los suelos pesados, con alto porcentaje de arcilla. Con frecuencia, su alta capacidad para retener agua en el suelo propicia el desarrollo de enfermedades causadas por hongos facultativos, como el Phytophthora cinnamomi, conocido como la “tinta del castaño”.

Necesidades de fertilización y riego

Riego

En cuanto a las necesidades de riego, es fundamental tener en cuenta que el castaño requiere condiciones húmedas en el suelo, pero sin llegar a encharcarlo. La cantidad y frecuencia del riego dependerá de la época del año en la que nos encontremos.

De todas formas, cuando el castaño alcanza la edad adulta, su sistema de raíces profundo y fuerte le permite obtener agua en lugares donde otros árboles no pueden. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, se nutre principalmente de agua de lluvia.

La época de mayor exigencia en cuanto a humedad es la primavera y el inicio de la formación de frutos. El método de riego más común es el sistema de goteo. Para las especies jóvenes (< 5 años de edad), es suficiente con un emisor de 4 L/h, y a medida que el árbol madura, se pueden colocar entre 2 y 4 goteros o emisores.

En época de producción, un castaño puede consumir entre 20 y 30 litros de agua por semana (o incluso más) durante el verano, lo cual equivale a realizar de 3 a 4 riegos de 1 hora semanalmente.

Abonado

En cuanto al abonado, es un árbol bastante exigente en cuanto a las condiciones de la materia orgánica en el suelo. Anteriormente hemos mencionado el acolchado o mulching, sin embargo, es muy útil en este caso, ya que puedes aprovechar las hojas que se caen del castaño en otoño para crear un mantillo de hojas que gradualmente se descompondrá y se convertirá en nutrientes para el árbol.

Si por razones estéticas no deseas tener las hojas alrededor del tronco descomponiéndose, puedes optar por utilizar compost ya descompuesto que tendrá el mismo efecto.

Al momento de trasplantar, agregaremos un mínimo de 8-10 kg de materia orgánica en el hueco de plantación, mezclado adecuadamente con el suelo. Además de esto, también podemos añadir un poco de quelato de hierro. Cada año o cada dos años, podemos aportar entre 3 y 5 kg por árbol alrededor del tronco.

Multiplicación del castaño

La multiplicación mediante semillas tiene una buena tasa de respuesta, ya que el poder de germinación es bastante alto. Seleccionamos las castañas en mejor estado y las implantamos en otoño o primavera, en condiciones adecuadas de humedad y temperatura. Si todo va bien, tardarán aproximadamente 1 mes en germinar.

Si no dispones de semillas, también es posible obtener nuevas plantas mediante métodos vegetativos, como el acodado. En este caso, se induce a un tallo que aún no se ha separado de la planta madre para que produzca raíces, momento en el cual ya se puede separar y trasplantar.

Poda de los castaños

La poda es una acción importante en los castaños de producción, pero puede aplicarse sin problemas a los castaños ornamentales cultivados en el jardín. Esto mejora la aireación y reduce la proliferación de plagas y enfermedades.

• Se mantienen largas las ramas vigorosas para estimular la producción de yemas de flor y fructíferas.
• Se podan cortas las ramas poco vigorosas para aumentar su vigorosidad.

La poda del castaño se puede realizar en cualquier momento del año, aunque se sugiere hacerlo antes o después del reposo vegetativo. Esta práctica favorece la correcta cicatrización de las heridas causadas por los cortes. La época más común para realizar la poda es en otoño, después de la recolección de los frutos y antes de la caída de las hojas, así como en primavera, antes de que el árbol comience a brotar.

Plagas y enfermedades

El castaño es susceptible a diferentes plagas y enfermedades que es importante identificar y controlar cada año. Destacamos la importancia de tener un suelo profundo y bien drenado, ya que esto es crucial para evitar que los castaños mueran prematuramente debido a la falta de oxígeno en las raíces.

Existen varios grupos de insectos y ácaros que afectan a los castaños una vez que comienza el brote.

• Avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus)
• Tortrícido precoz de la castaña (Pammene fasciana)
• Tortrícido intermedio y tardío de la castaña (Cydia fagiglandana y Cydia splendana)
• Taladro amarillo (Curculio elephas)

• Armillaria mellea
• Phytophthora cinnamomi
• Cryphonectria parasitica
• Mycosphaerella maculiformis

La tinta es la principal enfermedad que afecta a los castaños europeos y es causada por los hongos Phytophthora cinnamomi o Phytophthora cambivora. Esta enfermedad se presenta en suelos pesados y encharcados, especialmente después de varios días de lluvias intensas.

Existen diferentes métodos de control para esta enfermedad, aunque su eliminación puede ser complicada. En la agricultura ecológica, se suele utilizar cobre a través del riego o pulverización foliar, aplicándolo en el tronco del árbol.

Otra enfermedad común en los castaños es el chancro (Cryphonectria parasitica), que afecta la parte aérea del árbol. Se caracteriza por la presencia de manchas oscuras en el interior de la corteza y la muerte de ramas completas.

Uso de las castañas

Aunque sus semillas sean ampliamente reconocidas y apreciadas en diversas regiones del mundo (los romanos las disfrutaban), el principal uso del cultivo del árbol del castaño no se debe a sus semillas sino a su madera, la cual es muy valorada en la fabricación de muebles, suelos y instrumentos musicales.

En la actualidad también se ha intentado aprovechar el castaño en otros ámbitos, y es posible que estén familiarizados con el licor de castaña, el pan de castaña, la crema de castaña, entre otros. Sin embargo, sigue considerándose como un subproducto cuya demanda ha disminuido a lo largo de los años.