Cuidados de la cheflera: riego, humedad y luz, clave para su salud

cheflera

Es una de las plantas tropicales más recomendadas para tener en casa debido a su fácil cuidado. La schefflera es una planta perenne con hojas brillantes que no requiere mucho esfuerzo para ser longeva. Sin embargo, es importante conocer cómo cultivarla para evitar problemas como plagas o hongos.

La schefflera es una planta de interior ideal para climas fríos, pero también se adapta bien a climas cálidos. Puede encontrarse en diferentes formatos, como bonsái, arbusto, maceta e incluso como árbol pequeño. Sus hojas tienen tonalidades intensas de verde y amarillo.

Además de su fácil cuidado, otra razón para tener la schefflera es que es una planta purificadora recomendada por la NASA. Actúa como un filtro natural y ayuda a mejorar la calidad del aire en nuestros hogares y oficinas.

Aunque los cuidados de la schefflera son sencillos, es una planta espectacular. Para disfrutar de ella, es importante conocer algunos detalles sobre su cultivo.

A continuación, presentamos cinco claves importantes para cultivar y cuidar la schefflera y disfrutar de ella durante mucho tiempo, incluso con su llamativa floración roja en forma de racimos delgados.

1. Riego y humedad: poco pero constante

La schefflera es una planta tropical que tolera bien la falta de agua pero se ve afectada por el exceso. Por lo tanto, se recomienda regarla en pequeñas cantidades y solo cuando el sustrato esté seco. Es fundamental que el tiesto tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento. Después de regar, se debe asegurar de que no haya agua acumulada en el plato inferior.

Si bien no necesita mucha agua en el sustrato, la schefflera requiere un cierto grado de humedad ambiental. Si se encuentra en un ambiente seco, como el causado por la calefacción en invierno, se recomienda pulverizar agua en sus hojas para ayudarla a mantenerse saludable.

2. Colocación en un lugar luminoso y cálido

Dado que es una planta de origen tropical, la iluminación es un aspecto clave para la salud de la schefflera. Si no recibe la cantidad de luz necesaria, la planta mostrará su malestar desprendiendo las hojas. Para evitar esto, es fundamental ubicarla en una habitación con una amplia exposición a la luz. Además, a diferencia de otras plantas de interior, la schefflera puede tolerar la luz solar directa durante los meses de invierno.

Otro cuidado importante para la schefflera es la temperatura. La temperatura ideal es de 21 grados Celsius, aunque se puede mantener en un rango de entre 15 y 25 grados sin problemas. Además, es crucial alejarla de corrientes de aire.

3. Bríndale un adecuado sustrato, fertilizante y podas regulares

Como hemos mencionado anteriormente, tanto la maceta como el sustrato juegan un papel fundamental en el crecimiento de las plantas. Por lo tanto, es crucial elegir adecuadamente el tipo de maceta y tierra que la schefflera necesita.

Para la schefflera, es recomendable utilizar un sustrato fértil que no se compacte y permita un adecuado drenaje. Además, debido a su rápido crecimiento, se recomienda trasplantarla anualmente para asegurar que tenga el espacio suficiente para desarrollarse y un suelo renovado. Para favorecer el drenaje, es aconsejable utilizar una maceta de barro, ya que facilitará la transpiración del suelo.

Aunque no es exigente en cuanto al sustrato, sí requiere un abono regular. Durante la temporada de crecimiento, se debe utilizar un fertilizante líquido para plantas verdes como parte del riego. Durante el resto del año, un aporte mensual será suficiente. Si aparecen manchas secas en las hojas, se debe suspender la fertilización.

En cuanto a las podas, la schefflera tolera bien la eliminación de ramas que estén enfermas o si se desea dar forma a la planta.

4. Mantén las hojas limpias

Como ya hemos mencionado al hablar de los cuidados de las plantas de interior en invierno, la limpieza regular de las hojas es crucial para su correcto bienestar. Es importante recordar que las hojas son la principal vía de absorción de luz para las plantas, por lo que es recomendable mantener las hojas de la schefflera limpias.

Aunque se pueden limpiar simplemente con un paño húmedo, es preferible rociar la planta con agua templada antes de eliminar el polvo. De esta manera, también se estará contribuyendo a la hidratación ambiental que la planta necesita.

5. Preste especial atención a las plagas de la schefflera

Si seguimos rigurosamente las recomendaciones de cuidado de la schefflera, será poco probable que la planta sea afectada por alguna plaga. Sin embargo, si la planta no se encuentra en óptimas condiciones, puede convertirse en objetivo de algunas de las plagas más comunes, como la cochinilla algodonosa, la araña roja o el pulgón, acompañadas por el hongo negrilla.

Además, si nos excedemos con el riego, favoreceremos la aparición de hongos.

Con estos cuidados sencillos de la schefflera, podremos disfrutar de sus beneficios: sus frondosas y vistosas hojas, y su valor ornamental, que añadirá un toque tropical a la decoración de nuestra casa sin requerir demasiado mantenimiento.

Esta planta de interior es perfecta para cualquier espacio y apta para cualquier amante de la naturaleza.

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