Resulta curioso cómo una flor cotidiana y ligeramente aromática que solemos ver en los jardines puede tener una historia tan rica. De hecho, los Lirios, una flor que se puede cultivar tanto en interiores como en exteriores y que se planta en enero, ha sido considerada una de las plantas bulbosas más significativas en la mitología. Todas las antiguas civilizaciones le otorgaron un estatus “sagrado” al Lirio.
Desde la antigua Grecia, donde se creía que eran gotas de leche que caían del cielo mientras la diosa Hera amamantaba a su hijo, hasta el Imperio Romano, donde se decía que acompañaban a Iris, la diosa del arco iris, a transportar las almas de las mujeres al mundo subterráneo, pasando por Mesopotamia, donde eran consideradas flores sagradas, y la cultura judía, que las eligió para adornar el templo del Rey Salomón. Todas estas civilizaciones encontraron un motivo para ensalzar al Lirio como una flor especial.
Tal vez por eso, disfrutar de esta flor es como honrar siglos de historia y tradiciones. Es más que suficiente para considerar incluirlos en nuestro paisaje doméstico, ya sea en el jardín o en macetas. Además, una de las ventajas de los Lirios es que son plantas bulbosas fuertes y fáciles de cultivar. Se deben plantar en enero, pero los bulbos recién plantados deben protegerse de las heladas. Al igual que otras plantas bulbosas como las Dalias (que también se plantan en enero y ya hemos comentado en este blog), los Lirios aman el sol, pero no de manera directa. Esto es algo que comparten las más de cien variedades de esta flor que, en todas sus formas, atrae la atención. Otra de sus características destacadas es la amplia gama de colores y formas que ofrece, lo cual permite disfrutarlos y agregar variedad a nuestro paisaje.
El cuidado de los Lirios es sencillo, tanto en exteriores como en interiores. Además de protegerlos del frío, es importante proporcionar un buen drenaje para evitar que la humedad pudra el bulbo y evitar el exceso de riego (solo debemos regar cuando el sustrato esté seco). Es igualmente importante enriquecer el sustrato con un abono rico en potasio durante la etapa de crecimiento y recortar los tallos de la flor una vez que termine su floración, ya que esto fortalecerá la planta.
Si decidimos disfrutar de los Lirios en el interior de nuestra casa, un último consejo es ubicar la planta en un lugar bien ventilado para que la flor dure más tiempo. De esta manera, no solo estaremos cuidando de la flor, sino también disfrutando de su distintivo aroma.
