La enfermedad más común que puede afectar a tus plantas es el mildiu polvoriento. Prácticamente ningún tipo de planta es inmune, a menos que sean híbridos creados específicamente para resistirlo. Sin embargo, algunas especies son más susceptibles que otras. Entre las plantas especialmente susceptibles se encuentran las lilas, los árboles de manzana en flor, la phlox de jardín alta, la monarda, las rosas, el calabacín, los pepinos y las zinnias.
El mildiu polvoriento se puede tratar tempranamente con fungicidas como bicarbonato de potasio, aceite de neem, azufre o cobre. Los remedios caseros como el bicarbonato de sodio y la leche también pueden ser tratamientos eficaces si se aplican adecuadamente. Antes de tratar el mildiu polvoriento, debes eliminar las partes afectadas de la planta y luego tomar medidas adicionales, como mejorar la circulación de aire y aplicar técnicas de riego específicas, para prevenir la reaparición del hongo.
El mildiu polvoriento puede encontrarse en cualquier lugar, pero las condiciones favorables para su desarrollo incluyen una alta humedad relativa durante la noche, una baja humedad relativa durante el día y temperaturas de 70-80 grados. Estas condiciones son más comunes en primavera y otoño.
Las esporas son transportadas por corrientes de aire e insectos como los pulgones lanudos y germinan en la superficie de las hojas cuando hay períodos prolongados de temperaturas cálidas junto con condiciones secas. Las esporas del hongo residen en los brotes de las plantas. También pueden sobrevivir el invierno en los restos de plantas y ser transportadas a tus plantas mediante el viento, los insectos y el agua que salpica.
¿Qué es el mildiu polvoriento?
El mildiu polvoriento es una enfermedad fúngica que afecta a las plantas y es común en climas cálidos y secos. Varios tipos diferentes de hongos pueden causar el mildiu polvoriento.
Reconocimiento del mildiu polvoriento
Como su nombre indica, el mildiu polvoriento se presenta como manchas polvorientas de polvo blanco o gris en las hojas y tallos de las plantas infectadas. Las manchas en la superficie de las hojas suelen ser el signo más evidente, pero la enfermedad generalmente comienza en el envés de las hojas y también puede aparecer en los tallos, brotes de flores e incluso en los frutos.
Aunque el mildiu polvoriento puede afectar a diferentes tipos de plantas, cada infección fúngica es “específica de la planta huésped”, lo que significa que el tipo de hongo que infecta esa planta es específico de esa variedad. En otras palabras, el mildiu polvoriento de tus lilas no se propagará a diferentes variedades de plantas en tu jardín.
Síntomas del mildiu polvoriento
La buena noticia: aunque el oídio es una molestia poco atractiva, rara vez es mortal para tus plantas. Dicho esto, estresa a la planta y las infecciones graves o repetitivas pueden debilitarla, haciéndola más propensa a otras enfermedades y daños por insectos.
Además, el oídio puede absorber nutrientes importantes de la planta, causando que sus hojas se marchiten y se vuelvan amarillas. Si una cantidad suficiente de la superficie de la hoja se ve cubierta de oídio, la fotosíntesis se ve afectada y las hojas infectadas se caerán prematuramente de la planta. Esto puede ser un problema aún mayor para las plantas comestibles, como frutas o verduras, porque una fotosíntesis insuficiente puede disminuir la cantidad de azúcares producidos, lo que afecta en última instancia al sabor.
Tratamiento del oídio
Aunque la solución ideal sería quitar y destruir todas las plantas infectadas, no es muy práctico. Comprensiblemente, pocos jardineros están dispuestos a sacrificar sus peonías o calabazas por cada brote de oídio. Afortunadamente, hay medidas menos drásticas que puedes tomar para deshacerte de estos molestos hongos en tu jardín.
Quitar las partes infectadas de las plantas
Para comenzar, utiliza tijeras de podar para quitar o recortar las partes de tus plantas que tienen oídio visible. Si lo notas en unas pocas hojas, retíralas de la planta y no las compostes (lo que puede permitir que los esporas se propaguen). Lávate las manos y limpia las tijeras con toallitas de alcohol para prevenir aún más el contagio de la enfermedad.
Aplicar un fungicida
Hay muchos fungicidas disponibles, busca uno que contenga bicarbonato de potasio, aceite de neem, azufre o cobre. También puedes crear remedios caseros, uno hecho con bicarbonato de sodio (ver abajo) y otro hecho con leche, que pueden ayudar a prevenir el oídio antes de que aparezca.
Para una protección continua, vuelve a aplicar los fungicidas cada siete a 14 días y asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta tanto para la aplicación como para el período de espera antes de cosechar frutas y verduras. Si bien los fungicidas no curarán el oídio, pueden ayudar a frenar la propagación de los hongos a otras hojas o plantas.
Maneja tu jardín
Una vez que sepas que tus plantas son susceptibles al mildiu polvoriento, tendrás que tomar algunas medidas para prevenir su propagación o reaparición:
- Mejora la circulación de aire en tu jardín mediante la poda y el adelgazamiento de las plantas hasta que cada una tenga “espacio para respirar”. Esta práctica puede ayudar a prevenir la propagación y el crecimiento de cualquier hongo presente entre tus plantas.
- No fertilices las plantas afectadas hasta que consideres que el brote de mildiu polvoriento está bajo control. Las esporas favorecen el crecimiento de tejidos jóvenes y suculentos, por lo que fertilizar las plantas mientras aún hay una infección presente puede aumentar su propagación.
- Evita regar las plantas desde arriba (a excepción de la lluvia, por supuesto) ya que las hojas mojadas podrían favorecer el crecimiento de más mildiu. Algunas especies de mildiu polvoriento se ven inhibidas por la humedad en las hojas, mientras que a otras les favorece la humedad en las superficies de las hojas.
Controlando el Mildiu Polvoriento con Bicarbonato de Sodio
El bicarbonato de sodio solo no es efectivo para controlar el mildiu polvoriento, pero cuando se combina con agua y un jabón líquido no detergente, puede funcionar como preventivo. Es menos eficaz como cura una vez que el hongo se ha establecido. Si sabes que una planta está afectada por el mildiu polvoriento año tras año, como suele ser el caso de muchas plantas de monarda, phlox y lilas, pulverizar al comienzo de la temporada, así como aplicaciones semanales (y volver a aplicar después de la lluvia), podría prevenir el mildiu ese año. En los primeros signos de infección en una planta, retira las hojas infectadas con mildiu polvoriento, si no hay demasiadas, y pulveriza el resto de la planta. También pulveriza las plantas susceptibles que estén cerca.
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- 1/2 cucharadita de jabón líquido no detergente
- 1 galón de agua
Vierte la mezcla en un pulverizador y cubre todas las áreas de la planta de manera uniforme, incluyendo el envés de las hojas y los tallos. El jabón ayuda a que la mezcla se esparza y se adhiera a la superficie de las hojas. Desecha cualquier mezcla sin usar, ya que va perdiendo efectividad con el tiempo.
Aunque esta receta se ha demostrado que es efectiva, puede quemar las hojas de algunas plantas. Se recomienda regar bien las plantas infectadas unos días antes de aplicar esta mezcla y no aplicarla a pleno sol. Pulverízala en un área pequeña primero para probar la respuesta de la planta antes de pulverizarla por completo. No trates las plantas si ya están bajo estrés por sequía o humedad excesiva o cuando las temperaturas superen los 90 grados.
Prevención del Mildiu Polvoriento
La mejor defensa contra el mildiu polvoriento es seguir estas mejores prácticas para mantener un entorno que no favorezca su crecimiento:
- Elige plantas sanas y trabaja para mantenerlas así. Las plantas estresadas (por sequía, riego excesivo u otras malas condiciones de crecimiento) son una invitación a las enfermedades.
- Compra variedades resistentes al mildiu polvoriento, esto es especialmente importante si tienes un jardín en un área propensa a ataques anuales de mildiu polvoriento.
- Evita plantar variedades de plantas susceptibles a la sombra, donde pueden permanecer húmedas y ofrecer las condiciones ideales para el crecimiento de las esporas.
