Planta siempreviva: características y cuidados esenciales

planta siempreviva

Impresionante y duradera, la Siempreviva es una de las principales familias de plantas suculentas tanto para los amantes de la jardinería como para aquellos que están explorando por primera vez el mundo de la botánica. Hay muchos motivos para ello: por un lado, la Siempreviva (en cualquiera de sus variedades) tiene una presencia elegante; por otro lado, su facilidad de cuidado la convierte en una compañera natural perfecta incluso para aquellos que temen matar las plantas artificiales.

Sin embargo, a pesar de su sencillez, es cierto que la Siempreviva requiere cuidados específicos que es necesario conocer para evitar uno de sus enemigos más comunes: el exceso de humedad. Este factor puede ser perjudicial (en exceso, insistimos) para cualquiera de las más de 30 variedades que conforman esta familia.

Si sus cualidades te han cautivado y deseas disfrutar de su belleza eterna en tu hogar, no te pierdas nuestras recomendaciones para conocer de cerca sus necesidades y asegurar un crecimiento sano.

CARACTERÍSTICAS DE LA SIEMPREVIVA

Como una buena planta suculenta, la Siempreviva es fácil de reconocer por la carnosidad de sus pétalos. Además, sus hojas están dispuestas en forma de una roseta y se superponen de modo que las hojas más nuevas están por encima de las antiguas. Dado el amplio rango de esta familia de crasuláceas, es difícil definir su apariencia sin caer en generalidades. Sin embargo, hay un aspecto estético que es común en todas ellas: sus hojas son ligeramente puntiagudas y suelen tener una coloración diferente en esta área.

Además, dado que es una planta que crece considerablemente en volumen en condiciones óptimas, la Siempreviva tiende a generar hijuelos; pequeñas plántulas que surgen de la planta madre. Aunque se pueden dejar crecer para que la planta alcance su volumen natural distintivo, a veces es necesario trasplantarlos a otra maceta. Por lo tanto, es importante saber cómo trasplantar suculentas correctamente para poder disfrutar de una nueva planta que crezca de manera saludable.

A diferencia de otras suculentas, la floración de la Siempreviva es muy pequeña y aislada. Frecuentemente, nos conformaremos con una sola vara floral con pocos frutos de colores que van desde el amarillo hasta el rosado. Una vez terminada la floración, cortar esta vara floral es importante para ayudar a la planta a crecer y formar su mata característica.

CUIDADOS DE LA SIEMPREVIVA

Sin duda, el nombre ya nos da una buena pista: cultivar adecuadamente esta planta suculenta es realmente fácil. O, en otras palabras, disfrutar de su carnosidad natural no nos complicará mucho si tenemos en cuenta algunos consejos.

Para empezar, es importante no colocarla en un recipiente demasiado profundo. Es necesario tener en cuenta que, aunque resista las bajas temperaturas del invierno si está protegida, la humedad es su mayor enemiga. Por lo tanto, al decidir dónde colocarla, es aconsejable que no haya una gran cantidad de tierra (para permitir un secado más rápido del sustrato después del riego y evitar problemas en las raíces de la planta). Esto los hace ideales, por ejemplo, para llenar espacios en rocallas del jardín.

Sumado a esto, surge otro aspecto que debemos tener en cuenta: un adecuado sistema de drenaje. Este elemento será esencial para la supervivencia de la Siempreviva, por lo tanto, es altamente recomendable no solo colocar una capa delgada de grava en la base del recipiente donde se haya plantado, sino también utilizar un sustrato específico para cactus y suculentas (que contenga arena y ayude a eliminar el exceso de agua resultante del riego). Será la propia planta la encargada de indicarnos si necesita riego o no. ¿Cómo sabremos esto? Al tocar el sustrato y comprobar que está completamente seco.

Por último, otro factor crucial para fomentar el crecimiento de la Siempreviva y lograr que forme un denso ramillete de plantas es la luz solar. Este factor es fundamental para su desarrollo, pero en zonas muy calurosas deberemos controlarlo durante los meses más calurosos, ya que el exceso de sol directo puede llegar a quemar las hojas de la planta.

Son cuidados sencillos que nos permitirán disfrutar de una planta que nos brindará alegría y muy pocas preocupaciones. Además, nos acompañará durante mucho tiempo con tan solo prestarle poca atención.

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