Ya sea que seas un principiante en plantas de interior o un jardinero experimentado, seguramente tienes al menos una suculenta en tu colección. Las suculentas son atractivas y fáciles de encontrar, y hay tantas variedades divertidas y únicas para elegir. Sin embargo, una de sus cualidades más encantadoras es lo fácil que se pueden propagar. De hecho, puedes utilizar casi cualquier parte de una planta suculenta para la propagación, ¡incluso sus hojas! Así es, puedes cultivar una planta suculenta completamente nueva utilizando solo una hoja, y el proceso es sorprendentemente fácil (y adictivo). Ya sea que estés podando tu planta, corrigiendo su crecimiento largo o simplemente esperando hacer crecer tu colección de suculentas, utilizar hojas de tus suculentas para la propagación es una excelente manera de cultivar nuevas plantas. Confía en nosotros, una vez que le tomes el truco, estarás cultivando más suculentas de las que sabrás qué hacer. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre la propagación de suculentas a partir de hojas.
Antes de comenzar
Existen varios métodos comúnmente recomendados para la propagación de suculentas a partir de hojas, que van desde suspender las hojas sobre agua hasta rociarlas todos los días hasta que crezcan nuevas raíces. La verdad es que se necesita muy poco para que crezcan nuevas suculentas a partir de una hoja, y entorpecer demasiado el proceso es probable que resulte en un fracaso. El siguiente método es uno de los más simples y garantizados para obtener buenos resultados. Como con cualquier tipo de propagación, es una buena idea comenzar múltiples propagaciones a la vez en caso de que algunas no funcionen en el proceso.
Materiales
- Suelo arenoso y bien drenado
Cómo propagar suculentas a partir de hojas
- Retirar las hojas de una planta suculenta sana
- Colocar las hojas sobre el suelo
- Colocar la bandeja en un lugar luminoso
- Regar una vez que las raíces comiencen a crecer
- Esperar hasta que las raíces sean largas
- Trasplantar las nuevas suculentas
El primer paso es retirar las hojas que utilizarás para la propagación. Aunque simple, este paso es uno de los más importantes. Para tener éxito, la hoja debe separarse de la suculenta con la base (es decir, la parte donde se conecta al tallo) completamente intacta. Aquí es donde crecerá el nuevo brote, por lo que si está dañada la propagación no funcionará.
Para quitar la hoja correctamente, muévela y gírala suavemente hasta que se desprenda del tallo. Debería salir con bastante facilidad, pero si la base de la hoja se rasga, tendrás que comenzar de nuevo con una hoja fresca.
Prepara una maceta o una bandeja pequeña con un poco de suelo arenoso y bien drenado y coloca las hojas encima del suelo de manera que la base de la hoja esté en contacto directo con la superficie del suelo.
Coloca la bandeja con las hojas en un lugar cálido que reciba luz indirecta brillante. Evita la luz directa en la medida de lo posible, ya que puede quemar las hojas. No rocíes las hojas ni riegues el suelo en absoluto hasta que comiencen a crecer las raíces, ¡no hay forma de que las hojas absorban el agua sin raíces!
Después de algunas semanas, comenzarás a ver pequeñas raíces blancas o rosadas brotando de los extremos de las hojas de tu suculenta. Una vez que las raíces hayan comenzado a crecer, puedes comenzar a regarlas ocasionalmente, pero recuerda que siguen siendo suculentas y no necesitan mucho agua.
Por lo general, es buena idea esperar hasta que comiences a ver pequeños brotes desarrollándose en la base de la hoja para regar por primera vez. Cuando lo hagas, asegúrate de concentrar el agua en las raíces en lugar de la hoja. Puedes usar una botella rociadora para esto o solo unas gotas de agua. Espera hasta que el suelo esté completamente seco antes de volver a regar.
A medida que tu nueva suculenta comienza a crecer, seguirá unida a la hoja original hasta que finalmente la hoja se seque. No quites esta hoja prematuramente en ningún momento. Está proporcionando energía a la nueva suculenta y ayudándola a establecerse. Aunque puede verse un poco extraño por un tiempo, eventualmente se caerá por sí sola.
Tomará algunos meses antes de que las suculentas sean lo suficientemente grandes como para trasplantarlas a sus propias macetas. Es mejor esperar hasta que tengan al menos una pulgada de diámetro o tengan sistemas de raíces desarrolladas para trasplantarlas.
Una vez que las suculentas sean lo suficientemente grandes para ser trasplantadas, prepara una maceta pequeña de plástico o terracota con una mezcla de suelo arenoso y bien drenado o una mezcla de suelo para suculentas/cactus. Planta la suculenta en la maceta, apretando el suelo firmemente alrededor de la base de la planta. Lleva la suculenta de vuelta a un lugar con luz indirecta brillante.
Ahora que la suculenta está establecida, puedes comenzar a moverla a un lugar con más luz solar directa, aunque debes hacerlo lentamente para no quemar sus hojas. Cada par de días, muévela gradualmente a un lugar más brillante para adaptarla lentamente a sus nuevas condiciones.
Consejos para propagar suculentas
Uno de los errores más comunes que la gente comete al propagar suculentas a partir de hojas es regar las hojas demasiado pronto. Algunos métodos recomiendan rociar las hojas regularmente para fomentar el crecimiento de nuevas raíces, sin embargo, esto no solo es ineficaz sino también innecesario. Las suculentas están diseñadas para propagarse fácilmente a partir de sus hojas, de modo que cuando las hojas caen en su hábitat natural, pueden crecer en nuevas plantas. Esto significa que al igual que las suculentas, el proceso de propagación está diseñado para prosperar en condiciones áridas (con muy poca agua). Como regla general, menos es más cuando se trata de propagar suculentas a partir de hojas. Por difícil que parezca, intenta ser paciente e interferir lo menos posible en el proceso.
