Por lo general, cuando una planta de interior nos sorprende, suele ser por su llamativa, grande y/o exótica floración. Sin embargo, el Ficus lyrata es diferente, ya que lo que destaca de esta planta son sus majestuosas, tersas y grandes hojas. Hoy en Agromática, exploraremos el Ficus lyrata como una planta de interior.
Ficus lyrata, un follaje impresionante para interiores
Originario de África, este peculiar ficus, similar a las higueras, puede ser un compañero ideal en espacios amplios y altos. A veces, el nombre científico se le da en honor a la persona que la nombra, pero otras veces se debe al color, forma o lugar de origen.
El nombre “lyrata” hace referencia a “lyra”, el nombre en latín del instrumento conocido como lira. La mayoría de los instrumentos de cuerda actuales tienen una forma muy similar en sus cajas de resonancia a las hojas del ficus lyrata. Si observamos la forma de una hoja, ¿no nos recuerda a la forma de un violín u otros instrumentos similares?
Aunque el Ficus lyrata no nos deleitará con grandes piezas clásicas, si lo cuidamos adecuadamente, nos deleitará visualmente.
Guía de cultivo y cuidado del Ficus lyrata
Como es habitual en las plantas de interior, el cuidado del Ficus lyrata se basa en 4 aspectos fundamentales:
- Temperaturas
- Exposición a la luz
- Riego
- Sustrato
Temperaturas ideales para el cuidado de este ficus
En general, los ficus son plantas/árboles que no toleran una amplia gama de temperaturas. Son originarios de climas cálidos y pueden ser plantados en exteriores sin problemas. Los ejemplares adultos pueden soportar temperaturas frías de forma puntual. En interiores, es fácil mantener las condiciones óptimas de crecimiento con una temperatura normal. Al no bajar de los 15-18ºC, estaremos proporcionándole las condiciones óptimas.
Luz y brillo necesarios para el Ficus lyrata
Al igual que la mayoría de las plantas de interior, no tolera la luz solar directa pero requiere una buena iluminación. Por lo tanto, es importante que esté en un lugar con luz tamizada.
Sustrato adecuado para el cultivo en maceta
Las necesidades de suelo no son extraordinarias. Es preferible utilizar suelos ricos en humus y que tengan un buen drenaje. Para lograr esto, es suficiente utilizar sustratos compuestos por turba o mantillo combinados con una pequeña cantidad de arena (preferiblemente arena de río).
Características del riego para el Ficus de interior
El riego debe realizarse de forma regular. En invierno, se puede espaciar cada semana, mientras que en verano se necesita con mayor frecuencia. Sin embargo, es importante evitar el exceso de agua, ya que es perjudicial para la planta. Se recomienda dejar que el sustrato se seque entre riegos, ya que el Ficus lyrata tolera mejor la sequedad que el exceso de humedad. Es preferible quedarse corto en el riego que regar demasiado.
En verano, es posible que la planta necesite ser pulverizada con agua para aliviar el estrés, tanto para la planta como para el cuidador 😉
Esta planta es muy popular en espacios luminosos, amplios y altos, adquiriendo más la apariencia de un pequeño árbol de interior que de una planta.
Posibles problemas con el Ficus lyrata
- Si las hojas se vuelven flácidas, el Ficus lyrata probablemente necesite agua. Sin embargo, es importante verificar la humedad del sustrato, ya que si está demasiado húmedo, el problema puede ser otro.
- Si las hojas se caen, puede ser debido a corrientes de aire o falta de luz, por lo que se deben tomar las medidas necesarias.
- Si aparecen manchas amarillas en el haz de la hoja acompañadas de pequeñas telarañas en el envés, es un síntoma de la presencia de ácaros rojos, por lo que se debe tratar.
- Si las hojas se vuelven amarillas, indica un exceso de riego.
- En ocasiones, si el crecimiento es óptimo, puede ser necesario usar tutores para ayudar al tronco a crecer recto.
